Y hace tiempo que me propuse escribir sobre la armonización entre vinos tintos y bacalao.
Algunos, en un principio, ya levantarían la nariz, porque el bacalao, en teoría, al ser un pescado, no armonizaría con el vino tinto, sino con los blancos y, sobre todo, con la portuguesa.
Sucede que, sin embargo, según los patricios, el bacalao no es pescado, ¡es bacalao! Y yo sigo bien esta línea, sobre todo cuando el bacalao que se busca armonizar es el lagareiro, preparado en lonchas con aceite de oliva virgen extra.
Solo de pensarlo se me hace agua la boca
Mi intención, por tanto, era escribir sobre este maridaje: vinos tintos con bacalao. Sin embargo, ya acercándome a la conclusión del texto, abrí un Gran Enemigo, blend, 2010, y detuve lo que estaba haciendo para ocuparme específicamente de esta obra maestra.
De antemano, pido disculpas a mi ascendencia portuguesa y a algunos amigos a quienes les había prometido el informe de algunas buenas y malas experiencias en esta armonización, pero no pude evitar obedecer lo que me dice mi corazón, como diría mi esposa.
Pues bien. Este Gran Enemigo, 2010, es un recorte del 73% cabernet franc12% Cabernet Sauvignon10% pequeño verdot y 5% Malbec.
Hoy está de moda decir que “es un néctar” o que “es una miel”.
Y a pesar de estas modas, realmente es un espectáculo. Obra del gran maestro alejandro vigilia es de Laura Catena, quienes, según cuenta la propia botella, unieron sus esfuerzos e ilusión para elaborar algo diferente, único. ¡Y, con suerte, lo hicieron!
El vino tiene un color violeta, con intensos halos rubí. A pesar de ser un corte, recuerda mucho a la coloración del Gran Enemigo Gualtallary, cabernet francque recibió 98 puntos de la crítica Roberto Parkerregistro, la máxima puntuación asignada a un varietal cabernet franc por el norteamericano.
Los aromas son complejos e intensos, con destaque de frutas negras maduras, como ciruelas, moras y cassis.
Es impresionante cómo la copa desprende estos aromas, incluso después de haber decantado el vino durante más de una hora.
En boca se intensifican las notas que sobresalían en los aromas.
Los taninos están cuidadosamente equilibrados, fruto de 18 meses de crianza en barricas de roble francés y americano, de las cuales el 35% son nuevas.
También estaba presente un postgusto largo, una característica llamativa de los vinos elaborados por alejandro vigilia.
Estimo que, tranquilamente, este vino puede envejecer otros 3 o 5 años, manteniendo todas estas bellas características, propias de los grandes vinos de la pomerolen Burdeospero mucho más accesible desde el punto de vista financiero para nosotros, los residentes de Brasil.
Para armonizar, confieso que hice dos intentos. El primero, una salchicha rellena de queso provolone, destacó la graduación alcohólica del vino (13,9%).
El segundo, un prime rib, en cambio, reforzaba la calidad del vino, siendo por tanto una excelente alternativa de maridaje.
Concluyo agradeciendo a los productores de esta excelente obra de arte, que recibió nada menos que 94 puntos de espectador del vino y 93 puntos de Entusiasta del vinofrente a los grandes vinos de Burdeos que tienen las mismas uvas en su elaboración.
Salud a todos y buen fin de semana.
Marcos Felipe Pinheiro Lima
@viverovinho
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